Lo que se mueve en torno al Proyecto Minero de Sotonorte de la empresa Minesa y sus incidencias en el Páramo de Santurbán

                                                                                   " La limosna de hoy es la tragediia de mañana"

En síntesis, lo que primero que hay que desglosar y dejar en claro es que: " No es posible sacrificar a los Santanderes y regiones del sur del Cesar, Arauca y Venezuela con el costo que esto acarrearía para la población de todos estos territorios en general y la carencia de alimentación. 

Porque con la minería no hay producción de alimentos sanos, y con el tiempo ante la carencia de agua la agricultura desaparece...

El perforar nuestras montañas causa infinidad de infiltraciones como lo que está pasando en Hidroituango y hace que se oxiden metales pesados como el bromo, el plomo, arsénico, molibdeno, cadmio, mercurio. La contaminación del agua afecta directamente los cultivos poniendo en riesgo la Seguridad Alimentaria y la salud. Teniendo en cuenta que de por sí en las zonas de los municipios de California y Vetas la agricultura es casi nula y no cubre la demanda de la población. 

En el caso de Sotonorte la minera alteraría la calidad de aire generando una gran cantidad de particulados que se esparcirían por este territorio.

Por 5000 empleos no se puede afectar a más de 2 millones 500 mil personas ni exterminar las especies vivas del territorio; ya que, al contaminarse el suelo por las explosiones y excavaciones alterando las aguas del subsuelo y del suelo, ellas desaparecerían.

Se tiene registrado que desde el 2009 llega a la superficie a Johannesburgo capital de Sudáfrica una gran cantidad de cientos de litros diarios de drenaje ácido o aguas contaminadas con ácido sulfúrico y metales pesados.

Dicho país tiene las minas subterráneas más grandes las cuales registran gran cantidad de accidentes laborales causados por derrumbes periódicos, incendios de las cintas transportadoras, el derramamiento del diésel, cortocircuitos, etc. Y sus ciudades y poblados carecen de agua potable a tal extremo de que Ciudad del Cabo es la primera ciudad en el mundo que se quedó sin agua.

La temperatura mínima dentro de una mina subterránea es de 55°. Este tipo de proyectos conlleva una gran demanda de energía porque los proyectos megamineros subterráneos requieren cientos o miles de refrigeradores junto con ventiladores y extractores gigantes que emiten un sonido ensordecedor buscando poder bajar el calor intenso y mantener así la temperatura de 20° dentro de las galerías subterráneas que contienen una gran cantidad de humedad convirtiéndose así en insoportables saunas.

El nivel de riesgo es altísimo; mucho más cuando hay fallas geológicas en la zona: terremotos, temperaturas sofocantes, derrumbes en el interior de este tipo de minas e incendios subterráneos. Riesgos caracterizados por la oscuridad, el calor, la humedad, calambres, alta presión atmosférica, radiaciones, exposición constante a respirar gases letales como el metano.

Generando enfermedades terminales, envenenamientos e intoxicaciones debido a los vapores provenientes de la utilización de explosivos, motores diésel, resinas, adhesivos, líquidos no inflamables con base a bifelinos policlorados etc. Y, sobre todo la constante exposición de los trabajadores al polvo por las perforaciones y que por la acción de los extractores dicho polvo sale al exterior de la mina y contamina al volar por la atmósfera toda la zona de influencia del proyecto.

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     Hermoso atardecere en el Paramo de Santurban ... donde el aire limpio circula ...

No existe una "agricultura responsable" porque las aguas contaminadas filtran el nivel freático junto con la reducción del caudal de agua para uso humano.

Al romper montaña adentro la tierra, sus hilos internos de agua desaparecen, modifica el microclima del ecosistema y afecta la vegetación frágil del subpáramo y páramo.

El desgaste energético por la demanda de miles megavatios por parte del Proyecto Sotonorte de Minesa para las actividades geomecánicas entre tantas otras no tiene comparación en Colombia; Llegando al extremo de que hay minas subterráneas en el mundo que requieren miles de toneladas de hielo para estabilizar la temperatura montaña adentro como en Papúa (Nueva Guinea) en donde se están presentando grandes sismos...

Como tampoco el "strees hídrico” o carencia de agua que generaría fuera en las comunidades campesinas y en centros urbanos como Bucaramanga.

Sin contar con los problemas que se derivarán de los apiles de mineral y de las escombreras, o de los productos residuales de las plantas de tratamiento mineral que conformarían los basureros radioactivos.

En muchos casos también hay que tener presente la utilización de huecos formados por las perforaciones que se realizaran a gran profundidad en donde posiblemente podrían encontrar hidrocarburos, así como radioactivos, que a su vez son fuente de contaminación y derrames.

La lixiviación es la técnica de la disolución de minerales mediante la utilización de solventes ya sea ácido sulfúrico en unos casos como ácido nítrico y clorhídrico, hidróxido de sodio, potasa cáustica, cloruro de bario y, cianuro y mercurio para el oro. Entre los minerales tratados por este método se encuentran el cobre, uranio. Mercurio, molibdeno, plata, oro, aluminio y zinc

Ante la deficiencia de las practicas institucionales las multinacionales entran de una manera astuta a las veredas y dotan de equipamientos como un centro de salud, o un hospital, quizás un colegio y algunas escuelas y carreteras yéndoles bien... canchas sintéticas para entrar y convencer a los pueblos de las supuestas bonanzas de falso desarrollo para los municipios y sus comunidades y otorgan dádivas a políticos de turno que no poseen un sentido responsable con los municipios, ni los departamentos en el país, ni menos con la población.

Sacrificar todo un ecosistema compuesto por las altas montañas (en este caso el páramo de Santurbán) nacimientos, lagunas, quebradas, ríos, bosques altoandinos, huacales y frailejones que son estos últimos los que acaparan las lluvias horizontales, las guardan y luego las bombean montaña abajo, al igual que los colchones de agua que son una especie de humedales acumuladores de grandes cantidades de agua sana y pura, plantas muy propias del territorio y animales.

No existe justificación alguna para que las asociaciones gremiales de California, como comerciantes y de hotelería y turismo quienes poseen intereses muy concretos para lucrarse gracias al comercio y le den un manejo manipulador de los "derechos sociocuturales” y de trabajo de esas mismas comunidades para una minoría que no quiere aceptar la “reconvención de suelo” o cambiar el tipo de utilización del mismo por otro que si sea sustentable con la tierra y la biodiversidad. Recordemos que la minería ancestral era la indígena, la de los pueblos originarios que fueron expulsados desde los primeros asentamientos colonizadores agudizándose a partir de los mediados del siglo pasado donde hoy es California, Vetas y territorios adyacentes.  

Los proyectos megamineros obstruyen que todas las formas de vida o especies vivas sigan los ciclos de vida como es el de nacer, crecer, reproducirse y morir garantizando su permanencia en el planeta.

Es una ignominia con las poblaciones que habitan río abajo siendo ello un atentado para la salud a futuro de los hijos y las comunidades que vivan o trabajen dentro y fuera de la mina.     

Porque nuestros suelos son volcánicos y poseen gran cantidad de metales mortíferos causantes de alteraciones histológicas como el cáncer, alzhéimer, enfermedades renales y respiratorias, enfermedades raras con afectaciones congénitas a los futuros hijos porque nacen con deformidades espantosas.

Cabe decir que la Audiencia Pública realizada el 13 de mayo en el municipio de California fue una clara muestra de una ausencia de objetividad en todos los aspectos como los técnicos, científicos, sociales, jurídicos y políticos tanto del Ministerio de Ambiente, como de los alcaldes y las comunidades obsesionadas con el proyecto.

Basta con decir que para nada se le dio importancia a la única exposición objetiva y concreta sobre las incidencias de las mineras en el páramo.

El ministro de Ambiente en la audiencia pública del 13 de mayo de este año en el municipio de California (Santander), creó unas mesas de trabajo que solo estuvieron acordes a proyectos productivos bajo la mirada del falso desarrollo para las comunidades y cuidado del territorio y que sólo respondieron a intereses locales negando los derechos colectivos a la conservación del medio ambiente y los Recursos Naturales, los derechos de 3a generación o solidarios con las nuevas generaciones por nacer como el derecho a la vida que se traduce en:

Derecho a la calidad de vida, Derecho a la Salud, Derecho al agua, Derecho a la seguridad alimentaria, Derecho a la Seguridad, Derecho a vivir en un ambiente sano y Derecho a decidir sobre el buen uso del suelo.

La mega minería NO es negocio porque llega el momento de que cuando se marchen solo quedan desiertos y comunidades condenadas a esperar los carros cisternas, si es que llegan para traer el agua, perdiendo la capacidad de autoabastecerse.

No permitamos bajo ninguna circunstancia la traición a Santander para que sea una futura zona de sacrificio cono la Guajira teniendo en cuenta lo grave de las fallas geológicas en el departamento. Ni arriesgarnos a taludes internos o derrumbes de la montaña incluyendo los altos costos de los daños irreversibles en el ecosistema.

La construcción de los túneles gemelos va a causar un impacto negativo en el páramo de Saturbán. Afectando los ríos y otras aguas de superficie como quebradas, nacimientos junto a las aguas subterráneas.  

Los páramos son bienes comunes, es decir ejercen una fusión vital que asegura a las especies, a los cuerpos de agua, bosques y la vida digna de todas las comunidades bióticas incluyendo a los seres humanos.

Por lo tanto: ¡Sí a la Reconvención del uso del suelo y al derecho al buen uso del mismo para el bien común de todo Santander!!!

¡Abracemos las fuentes de vida que nos da la naturaleza!!!

Angela Rojas

05 de Julio del 2019 Colombia